Hasta allí se desplazó nuestro Albacea General, D. Juan Sebastián Beltrán Prados, quién asistió a los diferentes actos organizados. Los mismos comenzaron a las ocho de la tarde del viernes día 6 con una Misa presidida por el Obispo auxiliar de Oviedo en la Santa Iglesia Catedral de San Salvador, tras la cual se produjo una procesión con Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad, titular de la Archicofradía anfitriona, desde la mencionada catedral hasta su sede canónica, la parroquia de San Isidoro el Real. A su término, se celebró una Cena-Espicha asturiana en la plaza de Trascorrales.
En la mañana del día siguiente se llevó a cabo una visita turística por los principales enclaves de la ciudad asturiana. Ya por la tarde, en el Auditorio Felipe VI, tuvo lugar el Acto de bienvenida a los presentes por parte del hermano mayor de la cofradía anfitriona, la corporación municipal y el presidente de la Fraternidad de Hermandades y Cofradías de la Soledad, así como una ponencia a cargo del delegado episcopal de Liturgia y Canóniga de la Catedral de Oviedo, la presentación de la obra social de la Convivencia, destinada a la parroquia de Santa Eulalia del Cerillero de Gijón, y la exposición del testimonio de devoción a la Santísima Virgen María en la juventud por Dña. Rosario López Delgado, de la Hermandad de la Soledad de Albaida del Aljarafe (Sevilla).
Luego, a las ocho de la tarde, se produjo la Santa Misa Estacional presidida por el Excmo. y Rvdmo. Fray Jesús Sanz Montes, Arzobispo de Oviedo, y cantada por la Escolanía San Salvador en la parroquia de San Isidoro el Real. La jornada concluía con una Cena de Convivencia en un conocido restaurante ovetense, donde fue proclamada cada una de las cofradías asistentes y obsequiada con un recuerdo del evento.